¡Qué emoción!
Es hermoso poder contar estas cosas y compartir con vosotros los sentimientos que siento cuando surge la chispa de la emoción en clase.
Todo comenzó cuando las maestras de tercer ciclo de primaria estábamos preparando actividades para celebrar el día de la paz. Al mismo tiempo, organizábamos la animación a la lectura y surgían en nuestro instituto dos actividades de presentación de libros sobre las historias de los inmigrantes/exiliados españoles que llegaron como consecuencia de la guerra civil española.
Pensamos que no había nada mejor para celebrar el día internacional de la paz escolar que hablar sobre nuestra guerra y preparamos una serie de actividades, cuyo colofón fue la visita el mural/mosaico que se elaboró sobre la ayuda a España durante la guerra por las brigadas internacionales y que fue colocado en la misma calle de nuestro instituto: la emblemática Portobello Road, alrededor de la cual han vivido históricamente los españoles durante décadas. Dos protagonistas de la idea y la elaboración de este mural nos estuvieron explicando todas y cada una de las imágenes que en él aparecen y los significados y la razón por la cual estaban allí. A todos les emocionó especialmente el caso de una niña que se mete en un camión lleno de naranjas para buscar a su padre.
Otra de las actividades celebradas fue la conferencia que un profesor de historia del centro preparó para los alumn@s de tercer ciclo que comenzaba con la famosísima fotografía de Frank Kappa que dio la vuelta al mundo: un soldado republicano en medio del campo que está empezando a soltar su fusil porque ha sido abatido por un tiro y que es especialmente sorprendente por su sencillez y expresividad. El ejercicio que realizaron los niñ@s a modo de “tormenta de ideas” es verdaderamente revelador.
Esto son solo los acontecimientos que rodean la historia, porque la emoción surge en clase y su protagonista se llama Olivia. Estábamos contando oralmente por qué estaban ellos en Londres y por qué habían nacido aquí. Cada uno iba contando su historia personal cuando le llegó el turno a Olivia y nos contó una historia tan emocionante que los niñ@s rompieron en un caluroso aplauso cuando terminó.
Ella nos contó con la dulzura y sencillez que la caracterizan la historia de su abuela que fue la que se vino a Londres huyendo de una situación que nada tenía que ver con la guerra, ni siquiera con la búsqueda de una vida económica mejor, pero mucho que ver con la negra historia de muchas mujeres en España. Su historia tenía mucho de huida, de pena, de dolor, de abuso de poder y también de una gran valentía y determinación; vino a Londres buscando libertad, aunque no era una exiliada; nada tenía que ver con la política, pero sí con las costumbres, las leyes, las negaciones que han conformado y siguen conformando la vida de muchas mujeres en España. Vino para poder ser libre de una situación que la eliminaba como persona de la que se sentía presa y que la hizo coger a sus hijos y venirse hace cincuenta años para ser una valiente y rompedora mujer. Trabajar, aprender inglés y criar a sus hijos sola fueron sus objetivos y conseguir ser independiente y sobrevivir por sí misma, sus metas más acuciantes.
La vida, después golpeó duramente a esta mujer tan luchadora: sus dos hijos murieron y después de unos años tranquilos, el dolor más rotundo llegó a su corazón.
Olivia adora a su abuela: no es para menos.
Victoria Alonso
Historia de mi familia
Mi abuela estaba comprometida con un hombre que el quitaba el dinero que ella ganaba trabajando. Tenía dos hijos: mi padre, Antonio y su hermano José.
Mi abuela se escapó de España a Inglaterra con sus hijos para ser libre.
Empezó a trabajar en un restaurante. No sabía hablar inglés y el chef del restaurante la enseñaba inglés después del trabajo.
José era mecánico y le construía cosas a mi abuela.
Mi papá se casó con mi madre, primero tuvieron a mi hermano Seve y luego se casaron.
Mi abuela se puso enferma con cáncer. Le pusieron quimioterapia y se le cayó el pelo, se sentía muy mal y tenía que tomar medicamentos.
José se cayó y algunos años después le salió un tumor en la columna. Le pusieron quimio y murió.
Después de que mi tío muriera, nací yo.
Cuando tenía dos años y medio a mi padre le dio un ataque al corazón; se cayó y dejo atrancada la puerta. Mi hermano no me dejaba pasar, pero se durmió y entré y vi a mi padre en el suelo.
Mi mamá me dejo en casa de mi amiga Sylvia. Allí estuve y lloré por la noche. Después volvió mi madre y dijo que mi papá estaba en el cielo y me puse a llorar. Solo tenía ganas de volar al cielo y abrazarle.
Ahora le llamo al padre de Sylvia, tío Pepiño.
Olivia Bello
1 comentario:
Hola querida Olivia. Tu papa era muy bueno y todos los que lo conociamos nunca lo olvidaremos. A mi me hacia reir mucho principalmente cuando miraba los partidos de fulbol, porque se emocionaba mucho y le chillaba al arbitro. Lo bueno de que tu papa este en el cielo es,que te guia y cuida de ti ,tu hermano, tu abuelita ( que es maravillosa, graciosa y la mas guapa) y de todos los que nos queria. Carino que sepas tambien que tu abuela es una luchadora y nos gana a todos nosotros en sabiduria y puede con el pasado, presente y todo lo que se le ponga delante. Este mensaje es de alguien que os quiere mucho.Un besito mi amor.
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